Ordenar nuestras compras.
A diario estamos expuesto a diferentes estímulos, por eso es preciso cuestionar nuestros impulsos. Muchas veces tras un análisis frío y mesurado nos damos cuenta que esa “necesidad” no es real.
Sin perder de vista tu situación financiera actual elaborá dos listas, una de deseos y otra de verdaderas necesidades. Puede llamarle a este paso «ubicarse en la realidad».
Al decidir lo qué incluir en cada lista tenga en cuenta estas preguntas:
- ¿Por qué deseo esto?
• ¿Qué cambiaría en mi vida si no lo tuviera?
• ¿Cuáles otras cosas cambiarían si lo tuviera?
• ¿Qué es realmente importante para mí?
• ¿Coincide esto con mis valores?
Este paso de definición de necesidades, es también de definición de prioridades que podrán convertir en metas.